Esta escultura refleja las marcas de líquidos derramados y golpes que le han dado los vándalos. FOTOS JUAN ANTONIO SÁNCHEZ
Grafitis, hundimientos de piezas fruto de golpes propinados con objetos contundentes y rayones, son algunas de las marcas que hoy exhiben varias de las esculturas del maestro Fernando Botero en la plaza que lleva su nombre.
Los actos de vandalismo fueron detectados durante un recorrido del equipo periodístico de este diario por el Centro de la ciudad a propósito de la medida de Cuidado Total decretada por la alcaldía en esta comuna. A una de las esculturas conocida como “Mujer vestida” hasta le amarraron un trapo viejo en una mano.
A otra de las figuras le han escrito palabras y al bronce se le ha ido borrando la pintura negra, la cual ha servido para protegerlas de las inclemencias del tiempo.
Se nota que, al parecer, no fueron actos de un día sino que las marcas se han ido acumulando, fruto de muchos días de maltrato.
En esta zona céntrica suelen verse decenas de turistas de otros municipios, ciudades y países. Por su cercanía con sectores deprimidos también deambulan por allí habitantes de calle y consumidores de drogas y, según relataron a EL COLOMBIANO algunos transeúntes, muchos de ellos se apropian del espacio público ante la baja afluencia de personas y de vigilancia.
La plaza de Botero fue inaugurada en el año 2002 con una donación de 23 esculturas del maestro Fernando Botero elaboradas en su estudio de Pietra Santa, Italia, en la técnica de vaciado en bronce a la cera. Encima se les aplicó una pátina que cubre el metal. Las obras donadas a la ciudad por el maestro están en el entorno del Museo de Antioquia, que recoge otras obras pictóricas del artista colombiano.
Por su importancia para el mundo del arte, Medellín puede considerarse una ciudad privilegiada al contar con esta plaza y las obras del maestro Botero, las cuales atraen a turistas que tienen en este uno de los lugares favoritos para visitar.
A lo largo de los años, las obras del maestro Botero en Medellín han sido objeto de ataques o vandalismo en otras oportunidades (ver Paréntesis).
Desde el Museo de Antioquia, que enmarca la plaza, confirmaron que allí también son custodios de estas obras, pero que el sitio está cerrado por la pandemia y no hay personal, por estos días, dedicado a cuidarlas.
La fuente indicó que la semana que viene se hará una evaluación de lo acontecido para determinar las acciones a seguir para recuperar las esculturas, ya que con las fotos no es suficiente para determinar si necesitan solo retoques o una restauración.
Esperamos hasta última hora un pronunciamiento de la Secretaría de Cultura Ciudadana, pero este no se produjo.
Información tomada de: www.elcolombiano.com