Históricamente, el Valle de Aburrá se ha afectado por un fenómeno en el aire que reduce la visibilidad y afecta la salud respiratoria de sus habitantes.
En marzo de 2016 se dio de tal manera que se declaró alerta roja. Las razones principales: la inversión térmica (las nubes y las montañas no permiten la salida de la polución), la emisión de gases de fuentes móviles e industriales e, incluso, la llegada de las arenas del Sahara desde el océano Atlántico.
Un año después, ya sin el fenómeno de las arenas, volvió la alerta roja, durante cinco días, en los 10 municipios del Valle de Aburrá.
Y es en este momento en el que toma valor el trabajo que realizó EL COLOMBIANO desde el 22 de abril de 2016: un seguimiento fotográfico que ha evidenciado el nivel de contaminación de Medellín durante todos los meses, desde entonces hasta la fecha, y los cambios que generó la implementación del pico y placa de seis dígitos para carros particulares y motos, medida que se mantuvo hasta el lunes 27 de marzo, cuando la calidad del aire mejoró, como lo mostraron todas las estaciones del Siata al marcar amarillo (moderada) en los niveles de contaminación del aire.
Las imágenes, tomadas desde el barrio La Aurora, al occidente de Medellín, muestran una panorámica del centro de la ciudad y sus alrededores. De esta manera, usted puede comparar la situación que se ha presentado en el área metropolitana y los diferentes niveles de contaminación que se hacen evidentes en este registro fotográfico.
Fuente: elcolombiano.com