Las acusaciones sobre la Nasa no cesan en las últimas semanas. No por culpa de algún satélite en desuso que reingresara a la atmósfera ni por una misión fallida. No. La agencia espacial actualizó las constelaciones del zodiaco de acuerdo con los movimientos astronómicos y para corregir una omisión hecha a propósito por los babilonios.
Así, una persona escribió en Yahoo: “No queremos ser dramáticos, pero la Nasa acaba de arruinar nuestras vidas. Por primera vez en 3000 años decidieron actualizar los signos astrológicos. Esto significa que la mayoría de nosotros estamos cerca de experimentar una crisis total de identidad”.
Y esa actualización, basada solo en razones astronómicas, tiene con los pelos de punta a quienes creen en el horóscopo y lo siguen fielmente.
La Nasa explicó en su blog en Tumblr que “nosotros no cambiamos ningún signo, solo aplicamos matemáticas”, agregando que astrología no es astronomía y a esta es a la que se dedican.
Las razones del “escándalo” es que hubo muchos cambios y para citar un caso, los que eran Escorpión ahora son Libra y aquel quedó de una semana. Solo algunos se mantienen parcialmente, explica la periodista Kelsey Kennedy en Inverse.com: los de Piscis siguen siendo de ese signo... pero solo unos días.
Ahora entre Escorpión y Sagitario aparece la nueva constelación Ofiuco (el cazador de serpientes), del 29 de noviembre al 17 de diciembre.
Confusión
¿Terrible? Para los que creen en esta pseudociencia, sí es un cambio. Los que eran imperturbables Libra ahora son creativos e irritables, y los diplomáticos Géminis se despertaron patriotas. “Todos mis clientes están asustados”, dijo al periódico británico The Guardian, Shelley Ackerman, astróloga neoyorquina, miembro de la Federación Americana de Astrólogos.
El tema no es de poca monta para muchos que lo consideran una expresión de la ciencia y no pueden vivir sin su consulta diaria o periódica. En la revista Lifestyle,Steve Judd, astrólogo con 35 años de dedicación, expresó que “este es otro intento de los científicos de desacreditar la astrología”.
En su sitio en internet, Astrology Zone, Susan Miller sostiene que “la astrología es la antigua ciencia de interpretar la influencia que el movimiento de los planetas, estrellas y otros cuerpos celestes tienen en nuestras vidas”.
Walter Tamayo, un ciudadano consultado cree que “algunos astrólogos son unos verdaderos sabios y pueden leer las tendencias, y ayudar a entender la propia situación”.
Así, para muchas personas cambiar de signo afecta su personalidad de acuerdo con su fe en el horóscopo.
En su blog, la agencia espacial escribió que “nadie ha demostrado que la astrología pueda ser usada para predecir el futuro o describir cómo son las personas basados en las fechas de nacimiento”. La astrología es algo más, no es ciencia, agregó.
La polémica, sin quererlo, está planteada más desde el lado de los astrólogos y sus seguidores que podrían estar sufriendo la crisis referida por el comentarista en Yahoo.
El horóscopo es pieza permanente en periódicos y revistas, como lo son los crucigramas y las historietas, así muchos lo lean solo por diversión, como hace la médica Norela Bohórquez. Un artículo en la revista del Instituto Smithsonian mencionó que en 1999 un sondeo mostró que 70 millones de norteamericanos lo leían. Y la encuesta Harris de 2009 reveló que 26 % creía en la astrología, creencia que puede estar al alza.
Una investigación de la Fundación Nacional de la Ciencia de Estados Unidos en 2014 mostró que menos ciudadanos rechazaban que la astrología no fuera científica, en comparación con 2010, la cifra más baja desde 1983.
En nuestro medio no se conocen estudios del tema.
Pero, ¿qué fue lo que hizo la Nasa con el zodiaco si no estudia ni avala la astrología?
Para explicarlo y ver que desde el comienzo hubo omisiones hay que remontarse a los babilonios hace más de 3000 años y hablar un poco de astronomía.
Las constelaciones
Los signos surgen de trazar una línea recta de la Tierra pasando por el Sol más allá del Sistema Solar donde están las estrellas.
Cuando la Tierra se mueve alrededor del Sol esa línea también rota señalando distintas estrellas cada vez durante este viaje de un año que toma dar la vuelta completa.
Entonces, se dice que todas las estrellas que están cerca al disco imaginario que traza la línea en el año están en el zodiaco. Y estas estrellas fueron incluidas en las constelaciones, figuras imaginarias que el hombre dibujó en el cielo desde hace miles de años, figuras que lógicamente son diferentes según cada cultura.
Son arbitrarias, resultantes de unir las estrellas y representan animales, objetos o personas, como Orión, que los griegos veían como un cazador con su espada pegada al cinturón.
Las estrellas, dicho sea de paso, no están relacionadas. Las que forman las figuras pueden estar a distancias de decenas, cientos o miles de años unas de otras.
Como están tan lejos, las estrellas poco cambian su posición. Difícilmente se ve una modificación en lo que dura una vida humana.
Aunque conocían el cielo, los astrónomos de la antigüedad no entendían bien cómo la Tierra, el Sol y las estrellas se movían, explicó la Nasa. Tampoco sabían que el universo era tan inmenso.
Tenían tiempo para observarlo y obtener deducciones. Por eso las constelaciones les parecían símbolos importantes que contaban historias de dioses y mitos.
Que la posición cambiara durante todo el año hacía suponer que cada una indicaba eventos para las personas.
Hace unos 3000 años los babilonios dividieron el zodiaco en 12 partes, escogiendo 12 constelaciones para cada una de esas ‘tajadas’ tipo pizza.
De este modo, cuando la Tierra orbita al Sol pasa por cada una de las 12 partes del zodiaco. Ellos tenían un año de 12 meses basado en las fases de la Luna, cada mes obtuvo su pedazo celeste.
Ellos sin embargo sabían que eran 13 las constelaciones, pero dejaron una por fuera y le tocó a Ofiuco. Además, algunas de las 12 no cuadraban exactamente en cada pieza y pasaban a la siguiente.
Cuando inventaron ese zodiaco, un cumpleaños entre el 23 de julio y el 22 de agosto significaba nacer bajo Leo. Hoy, tres milenios después, el cielo ha cambiado dado que el eje, Polo Norte, no señala en la misma dirección.
Las constelaciones tienen tamaños y formas diferentes, por lo que el Sol pasa un tiempo diferente en cada una. La línea de la Tierra a través del Sol hacia Virgo señala durante 45 días, pero hacia Escorpión solo 7 días. Para cuadrar su zodiaco, ignoraron Ofiuco y a cada una asignaron la misma cantidad de tiempo.
Lo que ha hecho la Nasa ahora, explicó, no fue cambiar ningún signo, solo ajustarlos con base en las matemáticas.
Ese tránsito de una constelación a otra es un acontecimiento astronómico y así se refleja cada año en el calendario de eventos celestes, solo como hecho informativo.
El reconocido experto Phil Plait expresó en New Scientist que la Nasa no cambió nada, solo acogió una constelación que había sido ignorada por los astrólogos.
Es una constelación grande y de hecho el Sol pasa más tiempo en ella que en Escorpión; esta tiene estrellas más brillantes como Antares y su forma es casi perfecta, por lo que tiene “mejor prensa”.
Si se fuera más estrictos, podrían contarse 21 constelaciones por las que pasa esa línea imaginaria.
El bamboleo del eje terrestre hace que varíen las fechas en cada una de ellas. “Si usted hubiera nacido a finales de marzo en la antigua Grecia, hubiera sido (del signo) Aries, hoy es Piscis”.
Es para los astrónomos solo un hecho anecdótico, a diferencia de los astrólogos y sus creyentes: la fecha es importante para sus predicciones, aunque no han tenido en cuenta los cambios en ellas debido a la simple rotación de la Tierra y de su eje.
El nuevo zodiaco causó toda clase de mensajes contra la Nasa, que aclaró en su cuenta de Twitter que no cambió los signos, solo actuó con base matemática y astronómica.
“Esto tiene enojada a la gente”, dijo Ackerman a The Guardian. Y Jessica Adams, astróloga en Cosmopolitan Australia, comentó que muchas personas andan preocupadas creyendo que la astrología es un fraude.
El Sol cruza en estos momentos por Libra, no por Escorpión, constelación por la que estará solo del 23 de noviembre hasta el 29.
¿Entendido?.
elcolombiano.com